Al estar todos en Adán, todos pecamos con él. Al ser expulsado Adán y salir del paraíso, todos lo hicimos también. Salimos y no había forma de regresar. Se tenía que crear un puente, un camino, una puerta para el regreso. Ahora bien, “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”, (Juan1:1-3). Jesús es el principio. Jesús descendió y se humilló hasta la muerte de cruz y al tercer día resucitó. “El principio” resucitó
para traer un nuevo principio, una nueva creación para cada uno de nosotros. Por tal razón el apóstol Pablo declara que Jesús es el primogénito de la nueva creación. Estableció un nuevo principio para crear una nueva vida en él y un nuevo camino que nos regrese al Padre. Gracias a la muerte y resurrección de Cristo hoy podemos decir que las cosas viejas pasaron y él hace todas las cosas nuevas. Entreguemos a Dios nuestro estilo de vida para obtener uno mejor. Estableciendo prioridades llegaremos más lejos en menos tiempo, preservando la pasión y fuerzas. ¡Establezcamos el “principio” de grandes cosas!
―Tomado del libro Prioridades por el pastor Mario J. Guzmán. Publicado por Publicaciones Casa.
Usado con permiso.