Afirmaciones como “cometí demasiados errores”, son prueba de cuánto nos cuesta aceptar la Palabra de Cristo, ya que en Él somos una nueva creación. Él nos hizo nuevas criaturas, hijos del altísimo (Juan 1.12), por medio de la fe en Él, por lo tanto no depende nuestra vida de las circunstancias difíciles, de lo que digan los demás, ni de nuestro pasado sino de lo que dice Dios en su Palabra. En Cristo tengo la oportunidad cada día de corregir el rumbo, pues su misericordia y su amor son nuevos cada mañana. Cada día es una nueva oportunidad para vivir en Él. (Lea 2 Corintios 5.17)