Los años nos enseñaron que la vida es difícil. Si bien es cierto es hermosa, no deja de ser difícil. Vivirla de la mano de Dios es una enorme y emocionante aventura. Como seguidores de Jesús tenemos la expectativa de que con Dios nuestra vida no va a tener ninguna dificultad, y aunque sabemos que eso no es cierto, aun lo esperamos. Dios es poderoso y fiel, pero muchas veces no cumple mi expectativa, y eso puede ser frustrante. Entonces… ¿qué hacer cuando siento que Dios me falla?